sábado, 23 de febrero de 2013

No a las Magdalenas

Las lavanderías de Magdalena funcionaron en Irlanda entre 1920 y 1996. Mujeres consideradas promiscuas por el Estado eran recluidas por periodos que podían ir desde pocos meses hasta toda su vida, como en el caso de Margaret Bullen. Obligadas a lavar ropa, en silencio, sin la posibilidad de salir y sin sueldo. Las que se convirtieron en madres dentro del encierro fueron obligadas a darlos en adopción. El Primer Ministro Irlandés acaba de disculparse públicamente con las mujeres que fueron recluidas en estas lavanderías y con sus familias. Consideró el hecho como "una vergüenza nacional".

¿No deberíamos considerar una vergüenza nacional que el 70% de las mujeres peruanas entre los 15-49 hayan sufrido violencia física o sexual por parte de sus parejas?, ¿que la primera experiencia sexual del 24% de las mujeres rurales fuera forzada?, ¿qué 23% de las mujeres en Lima y 47% en Cusco hayan sido forzadas por sus parejas a tener sexo? ¿No es una vergüenza nacional que 1500 adolescentes sean víctimas de explotación sexual en La Rinconada?, ¿que "madrinas" prostituyan a sus "ahijadas" de 12 años por 5 soles en los puertos de Pucallpa? ¿No es una vergüenza nacional que no haya Estado que las proteja?

Una de las grandes barreras para acabar con la violencia contra la mujer es la actitud de la sociedad y los estereotipos. En el Perú, los medios contribuyen al asentamiento de estereotipos con producciones nacionales que presentan como modelos al macho sacavueltero y pendejo y a la mujer sumisa y buena madre que sufre en silencio. Las manifestaciones públicas y los carteles de brazos cruzados no van a acabar con la violencia contra la mujer. Menos aun si quienes las lideran participan en producciones nacionales que la fomentan. ¿Cuando Mónica Sánchez acepta el rol de "Charito" sufrida, sumisa, manejada por una suegra que es capaz de decirle al marido "sácala aunque sea de los pelos", no se da cuenta del efecto que eso tiene?

La violencia contra la mujer no es solo física o sexual. ¿Cuando Rosa trabaja 16-18 horas al día, seis días a la semana ganando S/.600, cuidando hijos ajenos, mientras deja a los suyos a cargo de una vecina en un arenal, no es eso violencia contra la mujer?

¿Cuando en el 2001 los congresistas del entonces oficialismo le gritaban "putas" a las congresistas fujimoristas, a las que luego suspendieron, no es eso violencia contra la mujer?

¿Cuántas mujeres pierden años recorriendo juzgados buscando el reconocimiento de sus hijos? ¿Cuántas luchan por una pensión para alimentarlos? ¿Cuántas solo reciben centavos porque los "valientes" ponen sus propiedades a nombre de sus amigotes y esconden sus ingresos? ¿Cuántos funcionarios públicos tienen juicios por alimentos? ¿No es acaso maltrato contra la mujer obligarla a iniciar un juicio para conseguir una pensión alimenticia para sus hijos?

Acabar con la violencia contra la mujer es responsabilidad de todos. La mujer peruana es luchadora, aguerrida y se levanta todos los días para forjar un futuro para ella y sus hijos. La sociedad y el Estado deben protegerla.

sábado, 16 de febrero de 2013

No se deje engañar

La caviarada ha sido aliada en tres triunfos electorales: con Toledo, con Villarán y con Ollanta. En las tres campañas han utilizado el mismo argumento: la decencia. Ellos son decentes y honestos; los que están contra ellos son corruptos, mafiosos y violadores de DD.HH.

En la campaña por la revocatoria lo utilizan nuevamente. Como en este caso la alcaldesa está en funciones han debido reconocer que cometió errores, pero que ha aprendido. Además, dicen que revocarla sería un error mayor porque eso implicaría que el nuevo alcalde deberá pasar por el mismo proceso de aprendizaje. Sostienen que la diferencia es que necesariamente el nuevo alcalde será mafioso y corrupto. Así pretenden asustar a los ciudadanos para que voten por el No. Léase, no están demostrando que la alcaldesa sea capaz de gobernar, no han mostrado sus obras, pero garantizan que es decente y honesta. ¿Y la mentirijilla de las 1200 escaleras que supuestamente construyó? ¿Es correcto contrabandear el logo del "No" en anuncios de obras públicas de la municipalidad? ¿No es utilizar fondos públicos?

¿Por qué una alcaldesa que se precia de ser decente y honesta contrata a un asesor tan oscuro? Olvidan convenientemente que Favre está vinculado a Lula, a escándalos de corrupción y a empresas brasileñas con intereses y contratos con la Munilima. ¿Acaso no es una leguleyada crear un "colectivo ciudadano" sin personería jurídica para evitar rendir cuentas de gastos de campaña, como sostuvo Anel? ¿No es ello el mayor ejemplo de falta de transparencia?

El segundo argumento usado para defender al NO ha sido atacar a la institución de la revocatoria. Como cada vez que se quiere satanizar algo se le echa la culpa al fujimorismo, ahora sostienen que fue Fujimori después del autogolpe quien la impuso para debilitar aún más a los partidos. Sin embargo, olvidan que fue De Soto con el ILD quien promovió los mecanismos de democracia participativa desde los ochentas. ¿Acaso la agenda del ILD era debilitar los partidos? Por el contrario, el ILD buscaba fortalecer la democracia y las instituciones.

¿Por qué el sector políticamente correcto quiere convencernos que está bien tener una autoridad que no tenga la capacidad para gobernar pero que sea decente? ¿Por qué los ciudadanos tienen que conformarse? El Perú necesita ciudadanos informados que elijan autoridades que estén preparadas para gobernar, que las obliguen a rendir cuentas y que participen activamente en la toma de decisiones de gobierno.

No olvidemos que las autoridades que elegimos no nos están haciendo un favor, son nuestros empleados y reciben un sueldo a cambio de su trabajo. No son becarios a los que llevamos a aprender como gobernar.

Como la pintan, la disyuntiva es: elegir autoridades honestas pero incapaces o autoridades corruptas que hacen obras. Como si no fuera posible encontrar autoridades capaces y honestas. Esta es la estrategia de la alcaldesa y su asesor Favre. No se deje engañar, la revocatoria solo busca definir si esta gestión ha sido eficiente o no. De ser revocada los ciudadanos elegirán libremente al nuevo alcalde.

sábado, 9 de febrero de 2013

Verdades y mentiras de la revocatoria

¿Es la revocatoria un mecanismo que debilita a la democracia representativa, a las instituciones y a los partidos? ¿Perjudica la gobernabilidad generando inestabilidad y caos? Quienes apoyan el "No", sostienen que esos son sus impactos negativos y que los revocadores representan fuerzas antidemocráticas. Si ello fuera cierto, EE.UU., Suiza, Canadá y Alemania no estarían dentro de las democracias más avanzadas y estables del mundo, pues tienen un uso intensivo de la democracia participativa (DP). Añaden que, en ausencia de instituciones, la DP pone en riesgo la democracia. ¡El error es sostener que en el Perú no existen instituciones! Sin duda son débiles, pero existen.

La revocatoria fue incorporada en la C93, con el referéndum y la iniciativa popular, como mecanismos de participación ciudadana. Formó parte de la propuesta de Democratización de las Decisiones de Gobierno del ILD desde los 80, cuando se trató de persuadir al gobierno de Belaunde y a su aliado el PPC -sin éxito- de que la participación en la toma de decisiones reduciría la captura de rentas.

La revocatoria es un mecanismo que incentiva a que las autoridades electas sean eficientes, rindan cuentas y respondan a los intereses de sus electores, ya que de no hacerlo, podrían ser revocadas. FREY sostiene que la DP obliga a los partidos a romper con los intereses creados y las prácticas mercantilistas. Estimula la competencia política e incentiva a los partidos tradicionales a responder a sus electores y así ser capaces de hacer frente a los cambios sociales. BUDGE demuestra que los argumentos sobre los impactos negativos de la DP son inconsistentes y que están basados en sus efectos sobre partidos dominantes. Además, considera que los efectos de la DP en la sensibilidad y respuesta (responsiveness) de los partidos a los ciudadanos están largamente subestimados. DAHL sostiene que la mayor participación e involucramiento de los ciudadanos en procesos políticos garantiza que los intereses diversos sean considerados en el debate político. Mientras que TOLBERT concluye que cuando los partidos se muestran más sensibles a los intereses de los ciudadanos, la gobernabilidad mejora.

Como vemos, reconocidos estudiosos discrepan de los antirrevocadores. Pero actualmente los debates sobre instituciones no se limitan a opiniones académicas, se basan en evidencia empírica que analiza su impacto real. LANDER y BRANDLE han demostrado que aquellos cantones suizos donde se dio un mayor uso de la DP, cuentan con partidos más fuertes, con mayor cantidad de miembros inscritos y tienden a ser más modernos y profesionalizados.

Los antirrevocadores sostienen que la revocatoria es liderada por oscuros personajes. Pero olvidan que ello es responsabilidad de los partidos. Los revocadores han sintonizado con un sentimiento y voluntad política, generándose una acción colectiva (la revocatoria) para obtener un bien colectivo (revocar a la alcaldesa) (OSTROM). ¿Por qué los antirrevocadores no fueron capaces de generar el sentimiento contrario? ¿Por su falta de conexión con los electores? ¿Cómo pueden los ciudadanos canalizar su insatisfacción si quienes deben actuar como correas de transmisión en lugar de representarlos defienden intereses partidarios? Si el 65% apoya la revocatoria, es porque esta representa intereses individuales (percepción de mala gestión edil) que han podido ser agrupados detrás de una plataforma política común. Más allá de los intereses particulares de los revocadores, es evidente que hay un interés colectivo que la revocatoria ha aglutinado.

El objetivo de los mecanismos de la DP es lograr un balance de poder fortaleciendo a los ciudadanos y limitando el poder de las autoridades elegidas. Lamentablemente, las virtudes y defectos de la revocatoria no se han podido discutir con evidencias como las aquí presentadas. Sus detractores recurren al argumento de autoridad o a deslegitimar a los oponentes de manera personal (acusándolos de ignorantes o corruptos). Ellos tienen la verdad absoluta. Ellos son infalibles. Ellos saben y el resto no. Su dogmatismo o sus temores les impidieron entender que las ideas, como el mercado, evolucionan, y que la evidencia empírica ha venido destruyendo muchos dogmas. El debate en una democracia liberal es tan necesario como las libertades civiles o una prensa libre.

sábado, 2 de febrero de 2013

Ni Aldo ni Alditus: Mariátegui

Siempre me ha causado gracia cómo la izquierda y la caviarada le pusieron la chapa de Alditus. Incapaces de llamarlo Mariátegui. Es más fuerte que ellos. Mariátegui solo hay uno, piensan. Y este engendro liberal no puede ser su nieto.

En mis años como columnista de Correo discrepé de Mariátegui muchas veces, y él de mí otras tantas. Pero jamás dejé de reconocer su valentía para decir las cosas y su compromiso con sus ideas y principios. Ni él dejó de publicarme. Mariátegui no defendía personas, ni las atacaba por quienes eran, sino por sus acciones, ideas y falta de principios.

El periodismo peruano, salvo muchas honrosas excepciones, es mercenario. Sus representantes, atrincherados desde grupos de interés, justifican lo injustificable, insultan a mansalva, tergiversan la verdad, hacen públicos audios obtenidos ilegalmente y acomodan argumentos como mejor les conviene para defender la causa que los banca. En el camino, sus lectores son sumidos en el oscurantismo de intereses privados, donde el bien común, la libertad, la democracia, las instituciones y la visión de país poco importan. Salvo para ser utilizados como títulos de presentación. Conocemos "demócratas" que utilizan la democracia como les conviene, "luchadores contra la corrupción y las mafias" que desaparecen cientos de miles de dólares donados. "Decentes" y "moralistas" que justifican la falta de transparencia en compras de casas de millones de dólares. Conocemos defensores de los DD.HH. que se ocupan de los DD.HH. de los terroristas que desangraron al Perú, pero jamás de las víctimas de esos terroristas, y menos si pertenecían a las FF.AA. y Policiales. Conocemos marqueses libertarios capaces de ser garantes de un líder nacionalista financiado por Chávez y sindicado como el Capitán Carlos. "Liberales" que callan atropellos y que no dicen nada cuando el manejo y las compras de las FF.AA. se cubren de un manto de oscuridad. ¿Sus patrones? Los poderes fácticos. Esos a los que la izquierda culpa de todo, pero que parecen perdonar cuando sus intereses coinciden.

Mariátegui defendió siempre el derecho de los dueños de medios a decidir su línea editorial. Yo coincido. Pero no por ello dejó de publicar columnas de opinión con las cuales disentía. Los gestos que tuvo con sus coleguitas no le han sido retribuidos. La salida del periodista considerado por la Encuesta del Poder como el más influyente del Perú no ha motivado ni una sola nota en otros diarios.

Mariátegui tuvo la valentía de enfrentarse a la caviarada y al sector políticamente correcto, de arrinconarlos, cuestionarlos y señalarles su doble moral. Se ganó su odio. Su estilo patán, malcriado y achorado los enfurece. Pero no podían dejar de leerlo.

La caviarada celebró al enterarse de que Mariátegui se iba, cualquiera diría que había muerto. Ello muestra su precariedad mental. Han celebrado la muerte del enemigo no porque lo vencieron, sino porque no tienen ya a nadie que se les enfrente. No celebren aún. Mariátegui seguirá mandándoles besitos desde donde esté.