sábado, 25 de mayo de 2013

El virrey Toledo

La defensa cerrada de los peruposibilistas a su líder ha resultado en un ejercicio patético. Y no sé si a usted, pero la falta de dignidad de la clase política me hace dudar si es que nuestros padres de la patria actúan en base a principios democráticos, como la igualdad ante la ley, o si es que estos principios pueden saltarse nomás cuando hay intereses que defender.

Toledo acepta haber acompañado a su suegra a Costa Rica pero niega tener algo que ver con las compras de propiedades. "Es un negocio entre Josef Maiman y la señora Fernenbug", ha dicho. Que alguien me explique por qué un multimillonario empresario judío estaría interesado en otorgarle un aval por 20 millones de dólares a una señora octogenaria sin historial empresarial para que haga inversiones inmobiliarias. ¿Qué hay para Maiman en todo esto?

Las versiones de Toledo son varias y se contradicen. Primero sostuvo que el dinero para la compra de la casa de Las Casuarinas provenía de recursos propios de la Sra. Fernenbug –entre ellos la indemnización del gobierno alemán por el Holocausto-, que el pago se realizó a través de transferencias bancarias; después vino la rectificación notarial y unos supuestos cheques de gerencia. Espérese, ahora habría un aval, una hipoteca y tres bancos involucrados, pero registros públicos no tiene ni inscrita la hipoteca ni la partida bloqueada. Sobre la casita en el club de Golf Avenel en Potomac, el suburbio más caro de Washington DC, ha dicho que no es suya y que él solo la alquilaba. Entonces, que nos muestre el contrato de alquiler, el mismo que debería estar registrado en el estado de Maryland.

Si Toledo lideró la Marcha de los Cuatro Suyos con vincha y bandera en mano contra el gobierno de Fujimori, ¿eso lo convierte en un demócrata o lo hace una persona que supo aprovechar una oportunidad para llegar al poder? Si durante su gobierno se investigó (y en muchos casos se persiguió injustamente) y juzgó a exministros fujimoristas, ¿fue porque es un luchador contra la corrupción o simplemente supo aprovechar la oportunidad de terminar de destruir lo poco que quedaba de la imagen de eficiencia del gobierno anterior?

¿Por qué Toledo nos dice que esto no es más que un ataque de sus enemigos?, ¿por qué sostiene que a él no se le puede investigar al haber sido siempre "un luchador contra la corrupción"? Suponiendo que ello fuese cierto, ¿eso lo hace inimputable o lo pone por encima de la ley? Toledo y su séquito parecen haber olvidado que en un Estado de Derecho él, como cualquier otro ciudadano, está obligado a someterse a las investigaciones que correspondan.

A estas alturas son demasiados los indicios de posibles actos irregulares como para que zares anticorrupción se presten a blindar al expresidente Toledo. ¿No le parece?

Carmen Omonte ha cerrado su defensa sosteniendo que "mas allá de Toledo, Perú Posible tiene derecho a tener un futuro". Gracioso que el futuro que ella exige hoy para su partido sea el mismo que sistemáticamente se le niega al fujimorismo.

sábado, 18 de mayo de 2013

Frustrado, frustrado, no. Bueno, un poquito... (Bongo Dixit)

En una entrevista reciente el exministro de Comercio Exterior Alfredo Ferrero, hoy secretario de la Sociedad Nacional de Radio y Televisión, sostuvo que el problema de los músicos peruanos es su falta de calidad. Por ello, no suenan en radios ni hacen "clic" con el público.

Ferrero considera que la ley no puede obligar a las radios a pasar un contenido mínimo de música nacional, olvidando convenientemente que la ley ya existe y que no solo obliga a las radios a que 30% de sus contenidos sean producciones nacionales, sino que además condiciona la renovación de la licencia a que esta obligación se haya cumplido.

Cuando se le recordó la existencia de la ley, Ferrero haciendo uso de una "leguleyada" sostuvo que cuando la ley estableció la cuota de contenidos nacionales no se refería a la música sino al locutor, al programador y a la presentación del programa. Por ello, dijo, la cuota está cumplida en exceso. Esta es una burda forma de evitar, de manera abusiva, cumplir con la ley. ¿Es que alguien duda que cuando la ley habla de contenidos a lo que se refiere es a la música?

Artículos posteriores buscaron justificar a Ferrero desde una posición liberal, sosteniendo que una ley no debe obligar a una empresa privada a cumplir con una cuota porque esto atenta contra la libertad de empresa y contra los consumidores. Sin embargo, nuevamente dejaron de lado el hecho de que la ley ya existe. En un Estado de Derecho ninguna persona, natural o jurídica, puede estar por encima de la ley. ¿Cómo es entonces que tan sesudos artículos liberales dejan de lado lo que la ley manda? ¿Son fundamentalistas para defender el mercado pero no la soberanía de la ley? Esta es una muestra de cómo en el Perú si una ley no me gusta, no la cumplo y ya.

Los músicos peruanos están tratando de lograr que las radios le den una oportunidad de difusión a la música peruana en todos sus géneros, y que cumpliendo la ley permitan que los consumidores decidan si quieren seguir escuchándola o no. Nuestros músicos buscan tener igualdad de oportunidades para difundir su música. Pero los consumidores solo podrán decidir si el canal principal de difusión, la radio, da a la música peruana la oportunidad de ser escuchada. Esta falta de oportunidad les impide competir en igualdad de condiciones con la música que las disqueras multinacionales colocan en las radios.

La igualdad de acceso es un elemento fundamental del funcionamiento del mercado. Si todos no pueden competir por los oyentes, entonces no existe competencia. El Estado tiene facultades para garantizar que dicha competencia exista. Recordemos que Von Mises sostenía que el Estado debe regular el mercado y las instituciones haciendo un análisis de los costos y beneficios que la regulación generaría (Human Action). Y eso es lo que habría hecho el legislador.

De pronto, recordé que Ferrero fue uno de los representantes del Perú en la negociación del TLC con EE.UU. ¿Será que así defendió los intereses del Perú?

sábado, 11 de mayo de 2013

El boom inmobiliario del presidente de Cabana

¿Cómo construyó Alejandro Toledo la imagen de estadista que él y su partido pretenden vender a nivel internacional? Toledo llegó al poder en el 2001 con un objetivo claro, pretendía capitalizar el haber supuestamente luchado contra el fujimorismo. Quería ser visto como un bastión de la democracia y la anticorrupción. Ello sin importar que antes de ser elegido hubiese tenido un incidente donde un dinerito donado para su campaña desapareció misteriosamente. Sin importar que nunca se dieran explicaciones sobre el maletín repleto de dinero con el que se encontró a Coqui Toledo, su asesor, en Carolina del Norte. Sin importar el desvío de dinero de Petroperú para remodelar Palacio, el gasto en etiqueta azul, los viajes a Punta Sal cada vez que salía el sol, los vestidos y joyas de Eliane. Sin importar el caso Almeyda.

En octubre del 2002, el gobierno de Toledo contrató a la empresa Kroll para que investigue al expresidente Fujimori y a sus ministros. El informe Kroll constaba de siete tomos y le costó al Estado peruano cientos de miles de dólares. De ese informe poco se sabe, pero lo que sí se supo en abril del 2005 fue que dos de los tomos desaparecieron del Minjus. Nunca hubo explicaciones. El expresidente Fujimori y sus ministros han pedido en reiteradas oportunidades que el informe se haga público. En mayo del 2005, siete ministros fujimoristas: Alberto Bustamante, De Trazegnies, Chlimper, Augusto Bedoya, Gonzalo Romero, Aguinaga y Yong Motta solicitaron al Minjus una copia del informe. El gobierno de Toledo, pasando por encima de la Constitución y de la Ley de Transparencia de Acceso a la Información Pública, impidió que el informe se hiciera público. Para ello, utilizó también al Poder Judicial, que declaró improcedente un hábeas data al considerar que el informe Kroll es de carácter confidencial y forma parte de los secretos del Estado.

Entonces, ¿es cierto que todos los fujimoristas son corruptos como se han empeñado en sostener Toledo y la caviarada? Lo que queda claro después de 13 años es que a muchos fujimoristas acusados, investigados y enjuiciados no se les ha encontrado ni un alfiler que provenga de las arcas del Estado. ¿Qué es lo que dice el informe Kroll? ¿Por qué desaparecieron dos tomos durante el gobierno de Toledo?

Sin informe Kroll de por medio, en los últimos meses se le han encontrado al presidente Toledo tres propiedades por cerca de 5 millones de dólares. Dos de las cuales están convenientemente inscritas a nombre de su suegra, quien acompañada del exguardaespaldas israelí del expresidente hizo una parada estratégica en Panamá –un paraíso fiscal– antes de llegar a Lima para formalizar la compra venta en efectivo.

Tenemos dos opciones, o los fujimoristas eran unos ladrones habilísimos, ya que no se les ha logrado demostrar los hechos de corrupción de los que se les acusa –salvo los casos de corrupción con sentencia judicial firme– y Toledo es un torpe aprendiz; o los hechos demuestran que aquí hubo una clara persecución política, pero sobre todo, que Toledo tiene mucho que explicar.

sábado, 4 de mayo de 2013

Demócratas, ¿quiénes?

Diosdado Cabello, presidente del Parlamento venezolano, decidió que la oposición, elegida por el pueblo, no debía tener derecho al uso de la palabra mientras no reconociera a Nicolás Maduro como legítimo presidente de Venezuela. Ello sin importar que está aún pendiente el reconteo de los votos y que los cuestionamientos al carácter injusto del proceso electoral son ampliamente compartidos. Así las cosas, la oposición amordazada decidió que si se le había prohibido hablar se expresaría de otra manera. Con una pancarta, pitos, cornetas y algunos gritos interrumpieron la sesión parlamentaria. El compañero Cabello no se dio por aludido y siguió con la sesión.

María Corina Machado, una lideresa de la oposición que tiene una gran exposición internacional, subió a reclamarle a Cabello. En respuesta, fue tirada al piso por los compañeros chavistas y pateada con furia en repetidas ocasiones. Otros tantos diputados de oposición fueron golpeados también. El chavismo alega que fueron provocados y que esto es un ardid para un golpe de Estado. Mientras tanto, en el resto de Latinoamérica no se oye nada. La Unasur y la OEA con su secretario general, el camaleón Insulza, siguen como si aquí no sucediera nada. Como si aquí no hubiese nada que defender. Como si cuando las libertades son arrebatadas en nombre de las revoluciones no importara.

En el Perú, más allá de las comparaciones entre la elección del compañero Maduro y el expresidente Fujimori en el 2000, la clase política no dice mucho. La Primera Dama, generalmente tan desenvuelta, no acusa recibo de lo que sucede; "su" partido y "sus" ministros, menos. El socio garante del Gobierno anda perdido por Stanford, según dicen y su bancada, bien gracias. El Nobel garante se ha limitado a dar declaraciones sin dejar en claro si está dispuesto a hacer que el presidente Humala cumpla el compromiso con el país que él mismo avaló.

Hubo un tiempo en que Latinoamérica estaba tan preocupada por la democracia y las libertades civiles como hoy lo está por quien crece más, quien atrae más inversión extranjera y se convierte en el favorito de la OECD. Un ejemplo de ello fue que a la juramentación de Fujimori en el 2000 no asistió ningún presidente latinoamericano. Curiosamente, el fujimorismo fue el más ferviente opositor al viaje del presidente Humala a la juramentación de Maduro, mientras que el presidente de México Enrique Peña Nieto no asistió dejando en claro su posición. El fujimorismo y el PRI mexicano, a quienes el Nobel garante se refiere como la dictadura cleptócrata y la dictadura perfecta, y que cuentan con una historia de cuestionamiento a sus credenciales democráticas, han sido de las pocas voces que se han levantado contra una elección injusta que, incluso, tendría visos de fraude. Ambos partidos, en sus versiones más modernas, están tratando de mostrar otro compromiso con la democracia. Sus actos y autocrítica a los errores del pasado mostrarían que sí es un compromiso de cambio verdadero, sí aprendieron de su historia o son solo golondrinas que no hacen un verano.