La defensa cerrada de los peruposibilistas a su líder ha resultado en un ejercicio patético. Y no sé si a usted, pero la falta de dignidad de la clase política me hace dudar si es que nuestros padres de la patria actúan en base a principios democráticos, como la igualdad ante la ley, o si es que estos principios pueden saltarse nomás cuando hay intereses que defender.
Toledo acepta haber acompañado a su suegra a Costa Rica pero niega tener algo que ver con las compras de propiedades. "Es un negocio entre Josef Maiman y la señora Fernenbug", ha dicho. Que alguien me explique por qué un multimillonario empresario judío estaría interesado en otorgarle un aval por 20 millones de dólares a una señora octogenaria sin historial empresarial para que haga inversiones inmobiliarias. ¿Qué hay para Maiman en todo esto?
Las versiones de Toledo son varias y se contradicen. Primero sostuvo que el dinero para la compra de la casa de Las Casuarinas provenía de recursos propios de la Sra. Fernenbug –entre ellos la indemnización del gobierno alemán por el Holocausto-, que el pago se realizó a través de transferencias bancarias; después vino la rectificación notarial y unos supuestos cheques de gerencia. Espérese, ahora habría un aval, una hipoteca y tres bancos involucrados, pero registros públicos no tiene ni inscrita la hipoteca ni la partida bloqueada. Sobre la casita en el club de Golf Avenel en Potomac, el suburbio más caro de Washington DC, ha dicho que no es suya y que él solo la alquilaba. Entonces, que nos muestre el contrato de alquiler, el mismo que debería estar registrado en el estado de Maryland.
Si Toledo lideró la Marcha de los Cuatro Suyos con vincha y bandera en mano contra el gobierno de Fujimori, ¿eso lo convierte en un demócrata o lo hace una persona que supo aprovechar una oportunidad para llegar al poder? Si durante su gobierno se investigó (y en muchos casos se persiguió injustamente) y juzgó a exministros fujimoristas, ¿fue porque es un luchador contra la corrupción o simplemente supo aprovechar la oportunidad de terminar de destruir lo poco que quedaba de la imagen de eficiencia del gobierno anterior?
¿Por qué Toledo nos dice que esto no es más que un ataque de sus enemigos?, ¿por qué sostiene que a él no se le puede investigar al haber sido siempre "un luchador contra la corrupción"? Suponiendo que ello fuese cierto, ¿eso lo hace inimputable o lo pone por encima de la ley? Toledo y su séquito parecen haber olvidado que en un Estado de Derecho él, como cualquier otro ciudadano, está obligado a someterse a las investigaciones que correspondan.
A estas alturas son demasiados los indicios de posibles actos irregulares como para que zares anticorrupción se presten a blindar al expresidente Toledo. ¿No le parece?
Carmen Omonte ha cerrado su defensa sosteniendo que "mas allá de Toledo, Perú Posible tiene derecho a tener un futuro". Gracioso que el futuro que ella exige hoy para su partido sea el mismo que sistemáticamente se le niega al fujimorismo.
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