Mañana se cumplen 15 años de la operación de rescate de rehenes más exitosa del mundo: Chavín de Huantar, Made in Perú. Operación que es un caso de estudio en los centros militares de todo el mundo. Sin embargo, en el Perú el establishment caviar lleva años sosteniendo que no es posible que esa operación sea un ejemplo. Que algo tuvieron que hacer mal.
Chavín de Huantar fue una operación militar de rescate de rehenes secuestrados por terroristas armados con fusiles AKM, lanzagranadas, cargas de dinamita, y que habían cubierto el perímetro de la residencia con minas antipersonales (http://hagamosmemoria.com/?p=497). Al iniciarse la operación, los terroristas ejecutaron un ataque contra los rehenes asesinando al vocal de la Corte Suprema Carlos Guisti y 2 Comandos: el Comandante EP Juan Valer, quien cayó protegiendo al Canciller Tudela y el Capitán EP Raúl Jiménez y dejando más de veinte heridos.
Los Comandos son los héroes de la operación. Pero debemos recordar que ellos no estuvieron solos. Hubo un arduo trabajo de inteligencia cuya contraparte era el Almirante Giampietri desde el interior de la Residencia. Esta labor de inteligencia permitió obtener la información necesaria para planear y ejecutar el rescate. De esos expertos en inteligencia, muchos de los cuales eran subalternos, nadie se ocupa porque trabajaron bajo las órdenes de Huamán Azcurra. Ellos son los que infamemente Loret de Mola llamo “gallinazos”.
La tesis de “los gallinazos” ha sido rechazada categóricamente por los Comandos. Ellos han negado la existencia de un grupo clandestino que entrara a ejecutar terroristas detenidos, porque no hubo un solo terrorista capturado (declaración José Williams Zapata, Jefe de la Operación Chavín de Huantar. 16 de Enero 2012. Base Naval del Callao).2Además han sostenido que ellos no solo rescataron a los 72 rehenes sino la dignidad de un país. Nuestros Comandos no entraron a la residencia a matar terroristas. Su misión fue rescatar a los 72 rehenes con vida y dar sus vidas en la operación si era necesario.
Alejandro Toledo inició una política de allanamiento sistemático ante la CIDH impulsada por Garcia-Sayan -que le valió luego ser nombrado Juez de la Corte IDH. Pero que tenía un fin ulterior, embarrar como fuere al gobierno de Fujimori, aunque eso implicara condenar a los Comandos. Ellos eran sólo daño colateral.
Hace unos días, el Comando Alex Segura me dijo: “nosotros jamás pedimos nada, ni recibimos nada. Siempre mantuvimos un perfil bajo. Si ahora estoy saliendo es porque estoy obligado a hacerlo para defenderme y defender a mis hermanos Comandos.”
Hoy cuando muchos se han subido al carro de los Comandos al ver el apoyo que reciben del pueblo peruano, es necesario recordarles a los políticos su responsabilidad. En la mesa de diálogo de la OEA para la transición democrática en el 2000, se acordó el retorno a la competencia contenciosa de la Corte IDH con reservas en casos de terrorismo. De haberse respetado el acuerdo los Comandos no estarían siendo cuestionados en la Corte IDH porque esta no tendría facultades para ver casos de terrorismo en el Perú. Sin embargo una Resolución Legislativa impulsada por Del Castillo, Flores Araoz, García-Sayán y Pérez de Cuellar decidió el retorno a la Corte sin reservas. Así le dimos la oportunidad de obligarnos a hacer monumentos como el Ojo que Llora, a indemnizar terroristas y a tener la posibilidad de exigirnos volver a juzgar a nuestros héroes.
¿Cómo podemos pedirle hoy a las FFAA y policiales que entren al monte a dar sus vidas por defendernos? En el Perú a nuestros héroes los hemos abandonado. Si Grau y Bolognesi vieran lo que se está haciendo con los Comandos probablemente nos devolverían el titulo de héroe porque en el Perú ser héroe no vale nada.
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