Dos muertos, más de cien heridos, miles de dólares en pérdidas. Lo sucedido en La Parada es una muestra de la realidad del Perú. Un país donde no hay orden ni autoridad. Donde los delincuentes hacen lo que les da la gana sin temor alguno, porque el Perú es tierra de nadie. Aquí no se cumplen las leyes, ni se lleva ante la justicia a quienes las violan.
Después de años de campaña mediática y judicial contra las FF.AA. y Policiales, hoy nos enfrentamos a una absoluta falta de autoridad. La caviarada se encargó de desprestigiar a la Policía y deslegitimar el principio de autoridad con sus discursos de peace and love y sus amenazas de que se estaría criminalizando la protesta.
Pero en el Perú, nadie es responsable de nada. Así hemos visto cómo la Municipalidad de Lima salió a sostener que este operativo tenía semanas de planificación y que se decidió con la Policía. Pedraza marca no sabe/no opina y el fiscal de la Nación dice que a ellos no se lo comunicaron. Mientras tanto, la alcaldesa estaba no habida.
Reconozco que Susana Villarán está tratando de implementar dos reformas complicadas e importantísimas para Lima: la del transporte y la de La Parada. El problema es que no tiene capacidad de gestión pública. Ni las autoridades municipales ni el gobierno central.
¿Quién pidió y/o decidió que los policías fuesen enviados desarmados? ¿Cómo es posible que el jefe de la Policía y el ministro del Interior lo hayan aceptado? ¿Por qué mandamos a nuestros policías a defenderse con escudos y puños?
La alcaldesa respondió al día siguiente que este no fue un operativo de desalojo, que se trataba solo de bloquear los accesos de los camiones. Un operativo pacífico de contención con operación de inteligencia. ¿Acaso no sabían que las mafias que controlan La Parada no serían simples espectadores? ¿Es que Inteligencia no detectó las turbas de delincuentes? ¿No era fácil suponer que colocar los bloques implicaba para los comerciantes y las mafias un cierre efectivo del mercado? Sin camiones no hay mercadería y, por lo tanto, no hay mercado.
La decisión fue mala, la implementación peor y la inteligencia ausente. Que la alcaldesa haya estado fuera del país no es mala suerte; es una muestra de su falta de responsabilidad. Una decisión que se sabía que podía generar problemas debía contar con la dirección coordinada de la alcaldesa y del ministro del Interior. ¿Dónde está la responsabilidad de Pedraza? ¿Quién va a asumir la responsabilidad por una operación dirigida por el Estado que facilitó que se produjeran dos muertos y más de cien heridos?
García Sayán libera terroristas, Huaroc no empieza a solucionar conflictos, Cateriano lidera "operaciones impecables" y Villarán y Pedraza son incapaces de controlar La Parada. ¿Qué más pruebas necesitamos de la falta de capacidad de la caviarada para gobernar?
Al día siguiente del operativo, La Parada operó con total normalidad y los camiones siguieron ingresando. Con ustedes, señores, el milagro latinoamericano.
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