La violencia contra la mujer es un fenómeno mundial que afecta entre 20-50% de las mujeres del mundo. Un estudio del Banco Mundial ha demostrado que el crecimiento económico no resuelve los problemas de desigualdad de género y violencia física y sexual. La violencia contra la mujer ocurre en todos los países, en todos los estratos sociales y está asociada al control sexual del hombre sobre la mujer y a los roles que cada sociedad asigna a las mujeres.
Una de las grandes barreras para acabar con la violencia contra la mujer es la actitud de la sociedad y los estereotipos. En el Perú los medios contribuyen al asentamiento de estereotipos con producciones nacionales que ensalzan al macho, saca vueltero y pendejo y a la mujer sumisa, recatada, buena esposa que sufre en silencio.
La violencia contra la mujer responde al control que quiere ejercer un hombre sobre una mujer. Es una muestra de poder, de superioridad. El hombre al considerarla inferior la deshumaniza, la convierte en objeto y reclama su derecho de propiedad a través de la violencia o reclamando su derecho a poseerla cuando quiera. En una violación sexual la mujer es siempre la víctima y nunca la responsable. No importa cuán alta sea la falda, cuan corto el polo ni por donde este caminando. Contrariamente a lo que se ha dicho esta semana, una mujer nunca “facilita” ni “promueve” una violación. La violación es un delito sin importar la calidad moral ni el comportamiento de la víctima, ni si aceptó estar en el mismo cuarto ni si le abrió la puerta a un extraño. Un esposo puede violar a su esposa de la misma manera en que una prostituta puede ser violada. Nadie tiene derechos sobre una mujer, ni para golpearla ni para obligarla a tener sexo.
En el Perú el 75% de las víctimas de violación son menores. La mayoría de las violaciones son perpetradas por alguien cercano a la víctima, un familiar, vecino o amigo de la familia. De acuerdo a la OMS 70% de las mujeres peruanas entre los 15-49 han sufrido violencia física o sexual por parte de sus parejas. La primera experiencia sexual del 24% de las mujeres rurales fue forzada. El 23% de las mujeres en Lima y el 47% en Cusco han sido forzadas a tener sexo por sus parejas.
La violencia sexual y física contra la mujer en el Perú es de las más altas de Latinoamérica. Tenemos un ex presidente y sus sobrinos denunciados por abuso sexual. Hoy un Congresista. Sin embargo, hay quienes los exculpan y consideran que las mujeres los “provocaron”, lo “facilitaron”, lo “permitieron” y son “moralmente” responsables porque se lo “buscaron” Una mujer NUNCA es responsable de una violación, aunque haya estado en la misma cama que su violador. Todo acto sexual sin consentimiento es una violación. Es inaceptable que una persona justifique una violación, peor aun si es mujer. La hipocresía y el machismo encubierto del Perú son imperdonables.
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