Todo parecería indicar que el ministro Castilla se cansó de soplar y poner velitas para que los efectos de la crisis no lleguen al Perú. De pronto, pasamos de "la demanda interna sostendrá el crecimiento económico" (Velarde dixit), a estamos "en tránsito de un mundo de vacas gordas a otro de vacas flacas" (Castilla dixit). Y así, sin más, el Gobierno le informó a los peruanos que lo de "al Perú no lo para nadie" no era tan cierto.
Ahora resulta que el Premier ha decidido hacer un llamado a todas las fuerzas políticas para establecer una agenda de trabajo vinculada a la inversión y a la sostenibilidad del crecimiento del país. "Queremos tender puentes", dijo. Y olvidó que solo hace unos días el Gobierno estaba en campaña atacando a todos los líderes de oposición, llamándolos desde corruptos hasta cómplices de violaciones de DD.HH. ¿Ahora, quieren dialogar, cuando no saben cómo arreglarla?
¿Acaso el Gobierno no sabía desde hace más de un año que la reducción del precio de los minerales implicaría, como efecto inmediato, una reducción del canon y la recaudación tributaria? ¿Acaso no podían haber advertido al país que la caída implicaría menos dinero para las regiones y municipios? ¿No sabían que era necesario advertirle al país, sobre todo a lo que llaman la "clase media" (aunque solo estén a un centavo por encima de la línea de la pobreza), que debían tomar en cuenta que podía producirse una desaceleración de la economía y por ello debían tener cuidado al endeudarse? ¿Qué va a pasar con toda esta "clase media" si esta desaceleración implica un menor consumo que afecte el empleo y que haga que sus ingresos se reduzcan?
Las regiones y municipios ya sintieron el golpe. ¿No debió el Gobierno discutir este tema con las autoridades locales con anticipación? ¿Cómo creen que van a reaccionar al recibir menos ingresos en año previo a elecciones? Culparán al gobierno central y generarán más descontento social.
Pero más allá del mal manejo del gobierno de Humala, el mayor culpable es el presidente Toledo, quien para poder gobernar desde el avión parrandero, hizo una reforma de la descentralización que convirtió a los gobiernos regionales y municipales en "dueños" del canon. No se creó un fondo de estabilización fiscal, ni se establecieron reglas razonables y equitativas para que estos recursos vayan donde más se necesiten. Toledo y sus ministros no estaban para tomar decisiones incómodas. Ellos solo quisieron gobernar sin sobresaltos, desde Punta Sal. ¿Por qué el gobierno de García no corrigió los errores de la descentralización de Toledo? ¿Para qué? ¡Si eso cansa! Además, "la plata llega sola." ¿Y ahora?
¿Cómo es que pretenden controlar la crisis incrementando la demanda interna mediante una mayor inversión estatal? ¡Han tenido dos años para hacerlo y no han sido capaces! Y a todo esto, gran papel el del BCR y el del gran empresariado nacional. ¡Nadie dijo nada! Y los bancos siguieron colocando créditos y llenando sus bóvedas. Es que la fiesta para el mercantilismo y los gobiernos incapaces nunca para.
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